La Luna de Merzouga

FEZ

Fez, es una  ciudad medieval, cuyo origen se remonta al siglo VIII y está considerada la más grande del mundo, en la que es casi una obligación perderse por su laberíntica y caótica, pero llena de encanto, medina. Es la mayor zona peatonal del planeta y fue declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad en 1981

Entre 1170 y 1180 fue considerada la ciudad más grande del mundo.

Su entrada principal es la puerta Bab Bou Jeloud, también conocida como la puerta azul

La medina incluye más de 300 barrios, 9.000 callejones y medio millón de habitantes.

A pesar de su apariencia caótica, la Medina se organiza por gremios de artesano: sederías, curtidurías, caldererías, zocos…

En la parte central de la Medina se encuentra la plaza Seffarine, epicentro del oficio de la calderería. Ahí podemos aún encontrar algunos artesanos forjando yunques de plata y distintos objetos metálicos. Cerca de la plaza Sefarinne encontramos la plaza Nejjarine, lugar en el que se ubica el Museo de Arte y Artesanía de Madera.

La Medina también tiene algunas madrazas (escuelas coránicas) con una marcada influencia arabe-andalusí y gran valor arquitectónico, las dos madrazas más importantes de Fez-El-Bali son las de Bou Inania y Attarine, especialmente ésta última, cuyo patio interior y su cúpula de madera son de una belleza primorosa. Un buen desenlace a este paseo por los enclaves más interesantes de la Medina es la visita a la mezquita mausoleo de Moulay Idriss, un edificio sacro dedicado al que fue Rey de Marruecos y fundador de la ciudad de Fez, y que es lugar de peregrinaje para muchos musulmanes que buscan su bendición.

Quizás el punto más emblemático de la media sean las curtiduría Chouwara, la cual podemos ver desde los miradores de las tiendas y con una rama de menta en la nariz, resulta todo un espectáculo de olores y colores.

No podemos dejar de visitar los zocos de la Medina, donde encontramos los típicos sacos de esparto colmados de cilantro, jengibre y coloreadas especias, delicias de repostería o colmenas de miel,  telas tradicionales con brillantes, babuchas o los ‘gorros de Fez’.