La Luna de Merzouga

CHAOUEN, LA CIUDAD AZUL

Chaouen o Chefchaouen se encuentra enclavada en las montañas de Rif, al norte del país. Su nombre significa “los cuernos” en referencia a los dos picos visibles desde la ciudad.

Fue fundada en 1471 y habitada sobre todo por exiliados del Al-Andalus, por lo que sus calles recuerdan a Andalucia.

Considerada durante siglos como una ciudad sagrada y cuenta con varios lugares que no hemos dejar de visitar.

Esta ciudad es una gran sorpresa para los sentidos. El verde paisaje que la envuelve, contrasta con el “pueblo azul”, su limpieza en las calles y carreteras es un regalo.

La Medina es tranquila y pequeña en comparación con grandes ciudades como Marrakech. Al adentrarse en ella por algunas de sus 5 puertas hay que dejarse llevar por los sentidos: olores a pan recién hecho del horno de leña o el Tajin listo para comer.

Callejuelas serpenteantes nos llevaran al inevitable punto de encuentro y descanso, la Plaza Uta el-Hammam. Donde podemos tomar el té a la menta en una cafetería, observando el ir y venir de la gente y la belleza de la Gran Mezquita y de la Kasbah en frente.

Otra buena idea es visitar los jardines de la Kasbah y su pequeño museo que alberga una modesta colección de armas antiguas así como textiles y algunas fotos históricas de la ciudad; hay también  una galería de arte dentro de las murallas.

En la parte nueva de la ciudad, en lunes o jueves, conoceremos el mercado, donde la gente de la montaña con sus vestidos tradicionales ofrecen sus productos.

Y a última hora de la tarde, subir a la pequeña mezquita Jemaa Bouzafar desde Ras el-Maa,, pasando por los lavaderos al lado del río para ver una sublime puesta de sol.

Sin duda es un lugar por donde hay que pasar en tu camino por Marruecos.